20061222

No me dejes no te vayas (uno de muchos)

Finalmente había que vencerse a su existencia.
El plan urdido en un tiempo remoto pero no muy lejano comenzaba ahora a revelarse en pequeñas señales las que, al ser encajadas, hacían trizas lo que yo creía que había sido la realidad.
Asintomático miraba a mi alrededor y esa nueva visión me espoleaba a seguir avanzando. Paradójicamente a desandar hasta llegar a un verano de la década del 80.
Todo comenzó aquél 2 de enero. En vísperas de la Epifanía y pasado de la Navidad. Entre el nacimiento y las ofrendas.